martes, 18 de diciembre de 2018

¡Dios mío! ¡He perdido a mi abuela!




Título: ¡Dios mío! ¡He perdido a mi abuela!
Título Original: ¡Dios mío! ¡He perdido a mi abuela!
Saga: ---
Autor/a: Luis Chacón de la Torre
Editorial: Caligrama
Género: Comedia, Infantil
Uno suele perder las llaves, el móvil, la clave del Wifi, un céntimo de euro, ¡pero no a una abuela! ¡¿Cómo se puede perder a una anciana de ochenta años que se mueve a la velocidad de un gusano de seda?!
Pues esto, precisamente, es lo que le sucede a Juanamari, una niña que pasa el fin de semana con su abuela Nuchi y su perro salchicha en el pueblo de la anciana. La jubilada desaparece de la noche a la mañana y, para Juanamari, cuya única compañía en ese lugar es la mascota de su abuela, comienza entonces un periplo contra reloj por localizarla antes de que regresen sus padres.
Forzada por la situación y alimentada a base de albóndigas -lo único que guarda su abuela en la nevera-, la niña recorrerá la localidad a lo «Cherlock Jolms» en busca de Nuchi. Con el perro «longaniza» siempre a su lado, en su camino se topará con ancianos seniles, jubiladas chifladas y personajes variopintos, que la llevarán a vivir disparatadas y absurdas experiencias. Al mismo tiempo, irá descubriendo detalles de su abuela que desconocía y que la harán flipar en colores.


Cuando vi este libro y el principio de esa sinopsis no me pude resistir. Consiguió llamar mi atención, me moría de curiosidad, así que tuve que leerlo.

Juanamari ha suspendido Matemáticas en el colegio. Sus padres deciden castigarla a pasar el fin de semana con su abuela mientras que ellos se van a una casa rural, en lugar de que se quede con su amiga pija Jennifer Esmeralda.
Lo divertido aquí es que la abuela, Nuchi, aparte de ser una mujer muy mayor no está muy bien de la cabeza, desvaria mucho, y cuando digo mucho, hacedme caso es mucho.
Cuando llegaron a los juegos infantiles, la chica se quedó pasmada. ¡Estaban ocupados por ancianos! Abuelitas y abuelitos campaban a sus anchas por los toboganes, los columpios, el arenero y los balancines. Era increíble verlos allí, con lo mayores y delicados que estaban, jugando como si tal cosa. ¡Se comportaban como críos!
[...]
Juanamari y Cristiano Ronaldo se dirigieron al tobogán, que en esos momentos estaba ocupado por un grupo de abuelitas. Se lanzaban de cabeza, a lo loco, y como consecuencia todas caían rodando por el suelo. Al menos la arena amortiguaba los golpes y no se lastimaban.

Cogí el libro bastante emocionada con ganas de saber con qué me iba a encontrar. Tengo que reconocer que el primer capítulo no me gustó demasiado. No hablan muy bien de la pobre abuela Nuchi, ya que como está mayor y desvaría la han dejado de lado. Tampoco me gustó el hecho de que trataran como un castigo pasar tiempo con ella.
Pero después de esa parte tengo que decir que mejora bastante. Y lo hace desde el momento en el que la abuela desaparece, y no quiero decir con esto que me estorbara en la historia. Para nada. Sino que es en ese momento cuando comienza la acción.
Me he reído muchísimo leyendo como la niña se pone loca buscando a su abuela por todos lados, y no solo por la casa sino que sale por todo el pueblo en su busca. Y enserio, por cómo está narrado eso no parece un pueblo pequeño, allí hay de todo, tarda una vida en recorrerlo y ni siquiera lo hace al completo. Me gustó ir descubriendo poco a poco como si se tratara de una aventura todas las cosas que hace la abuela en su día a día. Me quedé alucinada, esa señora es toda una caja de sorpresas.
No me esperé para nada la sorpresa que nos tenía el autor guardado sobre el perro, que por cierto se llama Cristiano Ronaldo. Creo que ha sido el personaje con el que más me he reído.
Estaba deseando llegar al final porque me moría de curiosidad por saber dónde se había metido esa señora. Mi cabeza hizo muchas teorías pero ninguna de ellas pensó en lo que verdaderamente ocurrió.

El libro se encuentra narrado en tercera persona siendo Juanamari la protagonista. Utiliza un vocabulario bastante coloquial, un lenguaje que se está usando cada vez más en libros para niños.
Es bastante fácil de leer, tiene pocas páginas, es bastante entretenido y cada capítulo es como una pequeña aventura en sí, además a lo largo de sus páginas te puedes encontrar ilustraciones. No le van a suponer ningún problema para leerlo a los niños ya que es muy gracioso e invita a leerse, además yo me lo he podido leer en un par de horas.

¡Dios mío! ¡He perdido a mi abuela! Ha sido un libro con el que he disfrutado leyendo y es que no solo es para niños, también sirve para gente más adulta. Me he reído mucho. Aunque parece un libro simple no te esperas muchas de las cosas que suceden.



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2 comentarios:

  1. hola Nikki. Soy Luis Chacón, el autor del libro. Sólo quería felicitarte por tu blog, así como darte las gracias por hacer este análisis tan exhaustivo de mi cuento (sin llegar a desvelar ningún secreto clave, muy importante). Aunque no he llegado a ese 5 perfecto, el tres y medio que me das me sabe a gloria, pues no soy profesional, esto lo hago por amor a la lectura, al dibujo y al humor (porque hace falta más humor en nuestras vidas). Muchas gracias. ¡Un sincero abrazo!

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    1. Muchas gracias por pasarte y que te haya gustado la reseña, seguro que los libros que escribas en el futuro cada vez serán mejor y conseguirás esas cinco estrellas. Tu libro ha sido muy divertido.
      Abrazos

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