Hablando de…
la
romántica adulta
Un estudio exhaustivo de la Universidad de
Cambridge ha encontrado la receta perfecta con la que se fabrican los Romances
Adultos, nah, es broma, lo he descubierto yo misma después de tanto leer de
este género, y estoy segura de que vosotros mismos os habréis dado cuenta si
seguís este género también.
¿Cuáles son los ingredientes? Pues… la chica
normalita, guapa a poder ser, pero que ésta no se dé cuenta de su belleza, y
luego tenemos al protagonista masculino que es rico, solitario y que podrías
quedarte sin aliento cuando lo vieses por la calle.
Así
se estructura como el 70% -digo este tanto por ciento porque conozco
excepciones- de los libros con temática Romántica Adulta.
Otra
cosa en la que me he fijado es que estos libros ligeramente son más largos que
los Juveniles y en mi cabeza como que… me he formado una pequeña historia de lo
que pasa cuando un autor no llega a ese número de páginas.
«Y aunque sus fuertes carácter provocarían
más de una discusión, más de alguna pelea, más de alguna lágrima… siempre
estarían juntos por esos momentos felices.
FIN
—Bien,
ya he acabado el libro, voy a imprimirlo para llevarlo a la editorial. Le va a
encantar.
Mira
fijamente el documento.
—Oh
no, es terrible, mi novela tiene las páginas de una Juvenil, no supera las 400,
necesito escribir 50 más. Piensa, piensa, ¿qué puedo añadir más? ¡Ya lo tengo!
Meteré una escena de cama entre medias, con eso lo solucionaré. Soy un genio.»
Y
ese es otro problema, en muchas ocasiones siento que muchas escenas de sexo son
de relleno, páginas y páginas de detalles, pero lo único que sientes al leerlo
son deja vu. Como un copy paste (copiar y pegar). En esas escenas en las que,
sinceramente, no entiendo como a los autores se les ocurre esos diálgos tan
extensos, profundos, decisivos… en esos instantes ¿no pueden esperar a terminar
para decirse todas esas cosas o antes de empezar? ¡Eso no es real! ¿Quién en un
momento de lujuria comienza a disculparse por todo lo que la ha hecho sufrir en
el pasado, o promesas de futuro? ¡Nadie! En esos momentos lo único que tienes
en la cabeza es la faena que tienes entre manos.
Enserio,
he leído diálogos más largos en estas escenas que cuando quedan los
protagonistas para ir a cenar.
Otro
aspecto a tener en cuenta en estos personajes es que uno de ellos (puede ser
tanto el femenino como el masculino) tiene pánico al compromiso, y cuando la
otra persona le pide que formalicen su estado, no estoy hablando de boda, sino
que puede ser algo del tipo, noviazgo, exclusividad, irse a vivir juntos… estos
se asustan tanto que deciden huir de la otra persona. Pero no tardan mucho en
darse cuenta de que los echan tanto de menos que deciden volver y ahora está
dispuesto a formalizar lo que sea para no perderlo.
Recuerdo
que cuando comencé a leer este género, con la primera escena de sexo que leí me
escandalicé, estaba en plan woooo ¿tienen que ponerlo tan detallado? Es que
parece que estás dentro del libro, y eres tú la que se acuesta con el
protagonista, y como que, tu subconsciente, en estos momentos está un poco
salido y está en plan… «Más, más, más, necesito más escenas, maaaassss» y «
¿por qué mierda no tengo a alguien conmigo para vivir esto?» Sí, completamente
una salida. E incluso recuerdo que cuando compraba un libro de este estilo me
ponía a pensar por horas donde podía esconderlo en mi habitación para que mis
padres no lo vieran y pensaran que era una pervertida. Pero después de decenas
y decenas de libros, cuando ves algo así, estás en plan «wa, otra vez, joder,
parecen gallinas, todo el día dale que te pego» y como que ya dejo los libros
por cualquier lado.
Lo admito, a mí también me
gusta leer Romántica Adulta
¿Y a vosotros?
Yo principalmente lo que no entiendo, y llámame tonta, es porque un libro adulto tiene que durar más de lo necesario. Quiero decir... ¿es que no puede ser un libro fascinante de RA un libro de 200 páginas? Así que no entiendo que manía tienen tanto editoriales como autores de aumentar el número de páginas tontamente.
ResponderEliminarEl esquema que has hecho me ha encantado, especialmente tus comentarios imitando al autor/a. También me ha gustado lo que has dicho de los diálogos profundos en medio de un momento de lujuria.
Pero pese a todo, me gusta de vez en cuando leer RA.
Un beso