Obstengase de leerlos las personas que no pueden escuchar de cadáveres, sangre, decapitaciones, y un largo listado de sinónimos, no nos hacemos cargo si esa noche no conseguís conciliar el sueño.
Como sabéis puse en encuesta que si creéis que de verdad existen los vampiros ¿son verdad o solo existen en los libros? Pues los resultados dicen que la mitad de vosotros opinan que no, no existen, y la otra mitad opinan que sí, que están escondidos en algún lado.
Este tema comenzó a rondarme por la cabeza, ¿existen de verdad? O es solo una leyenda muuuy antigua, igual que las brujas, vamos, algo de verdad tiene que tener porque si no se hubiese expandido tanto. Mi curiosidad no llegaba a límites y comencé a hacer una pequeña investigación por Internet (no, en la wikipedia no) y encontré cosas muy interesantes, cosas como esta:
El País publicó el 23 de Mayo del 2009 este artículo
no está copiado literalmente, porque obviamente era muy largo
<< La isla de Lazzaretto Vecchio, al sur de Venecia, no es más que una minúscula porción de tierra de dos hectáreas que sostiene las casas de lo que fue un antiguo hospicio para los peregrinos de Tierra Santa, un hospital y un depósito militar de municiones. El lazareto era el lugar donde los barcos que venían del Mediterráneo y de Oriente descargaban, antes de arribar, a cualquiera con los síntomas de la peste bubónica, que asoló Venecia entre los siglos XV y XVI y acabó con 50.000 personas. Hace tres años, un grupo de antropólogos italianos descubrió aquí una fosa común con más de 1.500 esqueletos. Y recientemente, Matteo Borrini, de la Universidad de Florencia, anunció un descubrimiento sensacional: había desenterrado los restos de un vampiro.
Se trataba del esqueletos de una mujer a la que se le había desencajado la mandíbula por culpa de un pedazo de ladrillo que los sepultureros, aterrados, le habían introducido en la boca. Creyeron que estaban delante de un no-muerto, un ser capaz de abrirse paso a mordiscos a través del sudario. Esta técnica es un exorcismo descrito en el folclor. […] En una época donde la peste se presenta de improvisto en cada rincón y en cada casa, en la que las personas caían fulminadas de un día para otro como si estuvieran siendo elegidas por una mano caprichosa y mortal, la creencia en los vampiros como transmisores del mal corría casi más rápido que las ratas y pulgas infectadas por la bacteria neumónica. Estos seres de ultratumba podían volver para morder a sus semejantes, infectándolos con el mal, y por ello era imperioso bloquear sus dientes con un pedrusco. “La verdad, tuve suerte, no esperaba desenterrar un vampiro durante mis excavaciones”, fueron las palabras de Borrini a National Geographic. La arqueología no se había topado con un caso parecido, pero a veces salta la sorpresa: las creencias y las supersticiones dejan en raras ocasiones un rastro material que sobrevive al paso de los siglos. [...]
¿Pero de qué tipo de vampiro estamos hablando? La palabra evoca instantáneamente al ser elegante, pálido, de clase alta-rumano para más señas, si se quiere- y con una capa negra de forro encarnado, labios finos que ocultan unos caninos considerables y capacidad para convertirse en murciélago, en araña y en lobo (pues yo pensaba que to eso era falso).
Ninguna de estas características ha dejado pista alguna en el esqueleto de la mujer veneciana. En realidad, el vampiro que ha sido tallado por la historia y la leyenda no tiene nada que ver con el cinematógrafo o el literario. ¿Drácula? Vlad Dracul o Vlad Tepes fue un príncipe rumano que tenía fama de empalar a sus enemigos, pero fue el escritor Bram Stoker quien lo usó como prototipo para crear al famoso conde. Y aquí comenzó un fenómeno formidable [...]>>
El artículo continúa explicando la comparación de los vampiros con los rumanos, explicando como es el vampiro folclórico, su comportamiento, y porqué durante el tiempo no han perdido los vampiros apéndice de atractivo para el público.
Bueno, como digo yo, si en El País pone que han descubierto un vampiro, que tienen pruebas para demostrarlo, y no es el día de los inocentes; la verdad algo dentro de mí comienza a dudar de que en verdad No Existe, comienzo a pensar, que puede.
Encontré en otra página pruebas de la antigüedad que colabora que existen los vampiros. Comienza así:
No existe un personaje tan seductor y fascinante en el mundo de la noche como el vampiro. De todos los mitos y leyendas de que se nutren los relatos de misterio, es el vampiro, el que más fantasías -y realidades- ha desatado a lo largo de la historia. Solitario, inmortal, despiadado, romántico, sensual, y adicto a la sangre, el no-muerto, de una u otra manera, es un mito que persiste en el folclore de casi todas las culturas.
En 1897, se publicaba la obra cumbre del novelista y esoterista Bram Stoker: Drácula. En ella el genial literato utilizaba las viejas leyendas europeas sobre los vampiros, fundiéndolas en torno a un personaje histórico real; el príncipe Vlad Draculea o Vlad Tepes. Vlad Tepes, el verdadero Drácula, nació en la ciudad rumana de Sighsoara, en 1431, su padre, fue armado caballero en la orden del Dragón, y se ganó el sobrenombre de 'Dracul' que en romano significa Diablo. Según los cronistas, Vlad Tepes disfrutaba ofreciendo auténticos banquetes a sus invitados, rodeados de cientos de hombres y mujeres cruelmente empalados (para los que no sepan lo que es, significa según la RAE ensartar en un palo). Cuentan que en una ocasión uno de los invitados, ante el hedor que desprendían los cadáveres atravesados por largos maderos, protestó ante el anfitrión, alegando que no podía comer con aquella peste. Inmediatamente Vlad ordenó que su invitado fuese empalado en el palo más alto, para que pudiese disfrutar de aire puro por encima de todos los demás empaldos... Aunque fue educado en el cristiano ortodoxo, Vlad Tepes hacía gala de unas costumbres poco cristianas, como mojar pan en la sangre de sus víctimas empaladas que degustaba con placer. Ante cosas como esa Bram Stoker no pudo evitar la tentación de convertir al terrible noble rumano, en su fantástico Conde Drácula.
Los vampiros de Highgate
A pocos kilómetros de Londres se alza el fascinante cementerio de Highgate, un cementerio con un significado especial en el mundo de los 'vampiros'. Entre 1970 y 1974 los testimonios sobre un 'vampiro' en Highgate se amontonaron. Y no solo testimonios orales. El 7 de marzo de 1970 tres escolares de Highgate descubrieron el cadáver decapitado de una mujer que había sido enterrada en 1926. Varias televisiones británicas, como la Thames TV, o la BBC contribuyeron a extender el mito del 'Vampiro de Highgate, y no es de extrañar que llegasen a organizarse auténticas 'cacerías de vampiros', como la organizada el 13 de marzo de 1970. Nació hacia 1950 el 'cazavampiros' Sean Manchester se ufana de ser descendiente directo de Lord Byron y ¡de haber matado treinta vampiros! En una entrevista concedida en 1990 a la agencia Radial
Press, Manchester declaraba que 'primero les clava la estaca en el corazón, después les cortó la cabeza y por último quemo los restos'.
Puede sonar a delirio, y posiblemente así es, pero en 1985 Manchester describía en una entrevista con Jean-Paul Bourre detalladamente cómo había ejecutado a uno de esos treinta vampiros. En 1970 Manchester contactó con Elisabeth Wojdila, e interpretó que su anemia y sus trances sonambúlicos eran un indicio evidente de que había sido contaminada por el 'Vampiro de Highgate', así que decidió acudir con ella al cementerio, intentando localizó varios ataúdes, y en ello un cuerpo 'ni muerto, ni vivo, sino otra cosa' Armado de estaca, crucifijos, velas y agua bendita, Manchester procedió a 'exorcizar' a la Bestia.
Las batidas, sobre el 'Vampiro de Highgate' continuaron desde 1970, y en otoño de 1974.
En España también han llegado los vampiros
Entre 1985 y 1990, fueron denunciados en comisarías españolas supuestos casos de vampiros observados en cementerios valencianos y gallegos. En la Comisaría de la Polícía Municipal de Puzol (Valencia) el jefe de policía D.Vicente J. redactó personalmente, en febrero de 1985 algunas de las actas sobre apariciones de vampiros en España. Los primeros casos se detectaron en enero en la población de Villamarchante cuando varios niños que salían de catequesis llegaron a sus casas muy asustados, diciendo que habían visto a 'Drácula'. Nadie hizo caso de la queja infantil, pero al día siguiente varias mujeres comentaron en las tiendas del pueblo haber visto también a Drácula. A partir de ahí surgieron todo tipo de especulaciones y rumores, cada vez más exagerados y diversos. El alcalde del pueblo, afirmó que todo debía ser obra de algún gracioso con ganas de hacerse famoso en el pueblo. Poco después comenzaron a producirse testimonios en otras localidades. Tomaron declaración a Juan Carlos Yuste y Angel Yuste que declaraban haber visto al vampiro en el cementerio de la localidad, el pasado 23 de enero, cuando jugaban en los alrededores tras sus clases en el centro de F.P. del que son alumnos. El que divisaron, a unos veinte metros de distancia surgió de las puertas del cementerio, que estaban abiertas, y se acercó a ellos. Además facilitaron una completa descripción física del individuo, era muy alto, casi dos metros, iba vestido de negro, con una capa, sin sombrero, y tenía el pelo moreno con canas; tenía la cara llena de arrugas y los ojos de un color mate. Juan Carlos Yuste, además aseguraba que el individuo tenía sangre en la comisura de los labios, y que les persiguió mientras que ellos corrían jadeando, él andaba extrañamente, con las piernas muy abiertas. A pesar de las vigilancias y controles no fue posible capturar al vampiro de Villamarchante, que desapareció tan misteriosamente como había aparecido. Casi al poco tiempo de desaparecer de Villamarchante comenzaron a producirse denuncias con la misma descripción en comisarías gallegas.
Víctimas de la creencia en los vampiros
En enero de 1973 John Pye, un oficial de la Brigada de Homicidios de la policía británica acudió a la urbanización 'The villes' en Stokeon-Trent. Allí encontró el cadáver de un hombre. Al llegar a la casa del fallecido, descubrió que el hombre sentía tal terror por la luz que no utilizaba bombillas en casa, la habitación estaba sumida en la más absorta oscuridad, así que tuvo que realizar la inspección ocular utilizando una linterna; a medida que escrutaba cada rincón de la habitación se sumía en el mayor asombro. Había extraños
elementos entorno al cadáver, había sal esparcida por la habitación y sobre las mantas, junto a la cara del cadáver se hallaba una bolsa de sal y entre las piernas otra, el hombre había mezclado sal con su orina en diversos recipientes, y fiera, en el alféizar de la ventana, se veía un cuenco invertido que cubría una mezcla de excrementos humanos y ajos.
El cadáver encontrado pertenecía a Demetrious Myiciura, inmigrante polaco, de 25 años. Según el informe forense, Myiciura se había asfixiado con una cebolla en vinagre. El caso fue considerado como inusual, que Demetrious había muerto asfixiado comiendo sin masticar. Sin embargo John Pye había continuado investigando. El aspecto de la habitación le pareció una 'fortaleza contra vampiros' lo que lo llevó a consultar sobre el tema. Pye encontró la confirmación a sus sospechas: sal y ajo son los repelentes tradicionales de los vampiros, y la mezcla en el alféizar de la ventana de Myuciura debía atraer a los vampiros, que luego se envenenaría con el ajo. Cuando el policía puso al juez al corriente de sus descubrimientos bibliográficos, el magistrado ordenó un nuevo examen de la supuesta cebolla en vinagre, descubriendo que en realidad se trataba de un diente de ajo.
Como medida final, el pobre y supersticioso ceramista se había acostado con un diente de ajo en la boca causándole muerte por asfixia. Su creencia en los vampiros había costado la vida al ceramista polaco.
En marzo de 1988 Marica Stankovic, una joven yugoslava de la ciudad de Nis, ciudad casi fronteriza con Rumanía, murió a manos de su madre y de su hermana menor, quienes le atravesaron el corazón con una horquilla de estercolero. Para rematar la faena su madre acudió a la ferretería del pueblo y compró la estaca de madera más grande que tenían, con la que atravesó el corazón de su hija, que según declaró a la policía, era un vampiro.
La 'reencarnación' de Drácula en España
Rafael Angel Pintos Méndez nació en 1965 en Galicia, pero prefieren que lo llamen por su nombre mágico: Vladimir Bathory Basarab, según afirma Pintos, es la reencarnación de Vlad Tepes.
Desde niño, según ha confirmado su profesor de EGB que ya tenía un comportamiento extraño, siendo un niño introvertido. A los 17 años viendo una película de Christopher Lee, tuvo una especie de 'revelación' y se hizo consciente de su naturaleza. A partir de entonces vivió un proceso de más acentuada introversión; se sentía incomprendido, comenzó a frecuentar cementerios y camposantos aprovechando la soledad nocturna. Después llegaron sus visitas al matadero. Con un cupón especial pedía permiso para beber la sangre de los animales sacrificados. Actualmente es un personaje muy famoso en Pontevedra, es fácil verlo, destaca de la masa. Su forma de vestir, como un dandy romántico de finales de siglo XIX, con bastón, chistera o capa, llama la atención.
Existen muchos casos en los que algunas personas comenten asesinatos en serie, bebiendo la sangre de sus víctimas o devorando sus cuerpos como si de verdaderos vampiros se trataran, algunos casos son: Georg Karl Grossman, El Vampiro de Hannover, El Vampiro de Düsseldorf, Albert Fish, Florencio Fernández, Marcelo Costa De Andrade, Filita Malisha Que da autentico pavor leer lo que han hecho.
No se si existen los vampiros de verdad o si no. Pero antes de leer esto, yo pensaba como muchos que no existían, que eran producto de la imaginación de muchos autores, que conseguían atraparnos entre sus páginas con esos vampiros, de los que muchos soñábamos por conocer; pero yo después de leer esto, no quiero conocer a ninguno, y la verdad ya no sé si existen o no, hacen dudar, porque hay muchas evidencias, y son corroboradas, que no se lo han sacado de la manga, es igual que la quema de brujas en la Edad Media, se quemaban brujas, ¿se quemó alguna? ¿en verdad existían o se cometieron cientos de asesinatos a mujeres inocentes? La historia dice que sí, que en verdad existieron y que hay pruebas de ello. Esto y los vampiros son lo mismo, jamás los hemos visto (que insisto, no quiero ver ninguno) y si no los vemos, jamás sabremos si en verdad existen o no, pero lo que si os puedo decir, que estoy planteándome muy seriamente comprarme un par de estacas de madera.