jueves, 28 de febrero de 2013

Lo siento mamá pero yo me voy al lado oscuro


Lo siento mamá pero yo me voy al lado Oscuro
Pero no te preocupes, voy bien acompañada


Hace tiempo (hace como dos años o así) publiqué en el blog una entrada con el mismo título, y hace unos días dando un paseo por el blog, viendo las entradas que había publicado hace tiempo, la he visto, y se me ha ocurrido hacer de nuevo algo parecido. Y es que me parecía muy divertido. Y como sabéis, esto está escrito con mucho sarcasmo, así que no os lo toméis enserio, porque yo adoro a todos los autores y a sus libros.

¿A cuántas de vosotras cuando vais a salir tarde os dicen vuestras madres…
 
«Ten cuidado, no vuelvas tarde, no vayas por calles sola…»

Y un largo etcétera? Esas frases están en sus bocas hasta la saciedad. Y es que aunque  crezcas, ellas te lo seguirán diciendo.

Pero muchas de nosotras que no dejamos de leer historias sabemos que quizás eso no siempre pasa. Y es que por la noche comienzan a salir los chicos por los que babeamos. Y si nos escondemos de ellos ¿Cuándo los vamos a encontrar?
¿Quién no ha soñado alguna vez con encontrarse alguna vez con un Jace, o un Travis, o un Peeta, o un Caleb, o un Dimitri…? Creo que la amplia mayoría de vosotras no habéis levantado la mano en ninguna ocasión.
Pero… ¿quiénes son los causantes de que jóvenes ingenuas como nosotras nos adentremos a los más oscuros callejones para buscar a ese chico que nos tiene que conquistar, con el cual seremos felices para siempre?
Yo os lo diré, y es que esta situación es muy grave y peligrosa. Los culpables de todo esto son… LOS AUTORES!!!
Sí, si, como leéis. Los autores son los responsables de que nos pase todo esto. De que nos hagamos ilusiones de que en un callejón oscuro siempre nos encontraremos a nuestro chico misterioso que tendrá pinta de bombón, que se comporte como un criminal, pero en el fondo es el más dulce de los chicos, el que te prometerá cielo y tierra, y te será fiel para el resto de tu vida.

Muchas chicas en los libros, no le hacen caso a esas grandes sabias que son nuestras madres, y tienen la desgracia de encontrarse con semejantes modelos. Y es que… si ellas lo hacen, ¿por qué nosotras no vamos a tener esa suerte?
¿Dónde vamos a encontrar a esos chicos? ¿En el fondo de la clase detrás de un puñado de libros? ¿En una discoteca bailando con cuatro copas de más? ¿Con su pandilla de amigos que cada vez que pasa una chica les chiflan como si fueran albañiles? Noooo… Los encontramos en callejones oscuros.

¿Qué no me creéis? Bueno, como yo soy de las que si culpan a alguien lo hacen con pruebas, aquí os las voy a mostrar, porque he encontrado cientos de casos.

« Mientras forcejeaba, alguien salió de detrás de la columna y apareció ante su vista: un muchacho, tan joven como Isabelle e igual de atractivo. Los ojos leonados le brillaban como pedacitos de ámbar […] El muchacho de los ojos leonados alzó las manos, y las mangas oscuras resbalaron hacia abajo, mostrando las runas dibujabas con tintas que le cubrían las muñecas, el dorso y las palmas de las manos»

¿Quién ha sido la ingenua muchacha en esta historia? Pues Clary. Clary se encontró a Jace, el amor de su vida en Pandemonium, un club nocturno, que lo más seguro la madre de Clary jamás le hubiese dejado ir. ¿Quién es la culpable? Pues Cassandra Clare.

«Él era más mayor que nosotras, quizás unos veinti-pocos, y tan alto como me había figurado, probablemente de unos dos metros. En otras circunstancias, -digamos cuando no estuviera obstruyendo nuestra desesperada huida, -había pensado que él era atractivo. Pelo marrón a la altura de los hombros, sujetado en una corta cola de caballo. Ojos marrón oscuro. Un abrigo largo y marrón.»

¿Quién ha sido la ingenua? Rose. Rose estaba huyendo por una calle oscura, desierta junto con Lissa de las personas que las querían atrapar, ya que se habían escapado del instituto. Su madre en el momento en que se enteró casi le da una taquicardia. ¿Y quién es la culpable? Richelle Mead

«Por todos los santos, aquel desconocido era colosal. Si su apartamento era pequeño, con su presencia pareció reducirlo al tamaño de una caja de zapatos. Debía medir por lo menos dos metros […]. Llevaba puesta una cazadora a pesar del calor, y sus largas piernas también estaban cubiertas de cuero. Usaba pesadas botas con puntera de acero, y se movía como un depredador. Tenía la mandíbula prominente y fuerte, labios gruesos, pómulos marcados. El cabello lacio y negro, le caía hasta los hombros desde un mechón en forma de uve en la frente, y en su rostro se apreciaba la sombra de una incipiente barba oscura. Las gafas de sol negras que usaba curvadas en los extremos, se ajustaban perfectamente a su rostro y le conferían un aspecto de asesino a sueldo […]. Fumaba un cigarro fino y rojizo, al que dio una larga calada haciendo brillar el extremo con un resplandor anaranjado».

¿Quién ha sido la ingenua? Beth. Beth estaba tranquilamente durmiendo en su cuarto cuando de pronto se encontró a Wrath entrando a su cuarto. Ella no comprobaba las puertas y ventanas como le decía su madre; y para colmo cuando se lo encuentra, deja que se le caiga la baba por él en vez de coger y llamar a la policía. ¿Quién es la culpable de este gran crimen, que podía haber matado a Beth por su imprudencia y por no hacerle caso a su madre? Pues JR. Ward.

«Un par de pesadas botas negras se pararon frente a mí, desviando mi atención hacia el suelo. Mis ojos viajaron hacia arriba; pantalones manchados de sangre, un par de cincelados abdominales, un desnudo y tatuado pecho empapado de sudor y, finalmente, un par de ojos cálidos color marrón»

¿Quién ha sido la ingenua? Abby. Abby hacía ido a una pelea ilegal, y allí se había encontrado por primera vez con Travis. A ver, no voy a decir mucho, pero yo jamás tendría la valentía de decirle a mi madre “Mamá, me voy, que me voy a una pelea clandestina por la noche en la universidad” Porque yo creo que la cara desencajada que se le queda, tiene que ser digno de postal de navidad. Es que ese es error, tras error. ¿Quién es la culpable? Pues Jamie McGuire.

Y estos son unos pocos de los cientos casos documentados que conozco. Así que este tema es serio.
No me extraña que nos vayamos a buscarlos a esos lugares, y es que con semejantes monumentos, todo el riesgo que corramos es poco por tan solo conocerlos. Y es que una vez que los conocemos yo me pegaría a alguno de ellos como una lapa, a mí no me despegan de tal espécimen. Ni loca. Ni con disolvente.
Olvídate mamá, que tu hija ha encontrado con quien tener hijos para decirles todas esas frases que me decías.

Así que después de todo lo que os he contado, tengo que daros una conclusión de todo esto. Y esto es:

Mamá, te quiero,  y sé que todo lo que haces es para cuidarme, pero si no encuentro a ese chico especial en la luz, me voy a la oscuridad de las calles a por él, pero no te preocupes, que llevo la chaqueta por si hace frío, y en el bolso llevo una KL 403, que nunca está de más. Ah, y mamá, nos vemos para almorzar.

3 comentarios:

  1. Me encantó! Es tan cierto... como no caer con Travis, Jace o Dimitri? Toda es culpa de los autores, tan pecaminosa su forma de escribir que nos matan!!
    pd: no pierdo las esperanzas de encontrarme mi chico malo jajaja

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  2. ¡Cuantisima razón! Y después de leer este tipo de libros, ¿cómo nos vamos a fijar en los mocos de nuestro alrededor? Es imposible, no hay comparación. A las chicas buenas les gustan los chicos malos, es un hecho real como una casa, así que me apunto y digo: "Mamá, no te preocupes por mi, llevo spray de pimienta por si las moscas."

    Besos :)

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  3. jajaaj precisamente el otro día hablábamos de esto...
    tienes parte de razón, y en parte discrepo un poco.. ¿por qué? Porque es ficción, la ficción en parte se basa en la realidad y en parte se basa en conjeturas y sueños poco realistas
    Es decir, está claro que Wrath o Travis son buena gente, no son el tipo de personas de las que mi madre quiere protegerme cuando me dice que tenga cuidado, porque en el fondo, por mucho que los vistan de manera prohibida y provocativa con cuero y cosas negras, además de tatuajes, esos chicos de los que hablas: son el principito azul de la Cenicienta, sólo que pasados superficialmente al lado oscuro para explotar en el siglo XXI la fantasía de chico malo

    Los chicos malos de verdad... son unos completos capullos con los que no va sa tener una historia feliz, jamás de tu vida... y sinceramente, volviendo a tu primera frase.. ¿por qué se nos dice a nosotras que tengamos cuidado, que ese maquillaje no, que esa minifalda mejor más abajo, que no hablemos con desconocidos y que no llevemos escote? Pero en cambio.. no se educa a los hombres en el respeto, en el aprender a parar cuando te dicen que no, que las mujeres no somos un objeto, que ir de cama en cama no es ser más macho, que el sexo no es algo banal, que piropear a una mujer como si fuera un trozo de carne no es correcto, ni bonito... pues eso, así nos va. Y precisamente el tipo de chicos que tú has mencionado, aunque juegen con lo ambiguo y con el cuero, no son de esa clase. Wrath jamás tocaría a una mujer si ella no quisiera, ni la engañaría, ni la trataría como un trozo de carne... Travis por ejemplo es más chico malo, pero tampoco lo es realmente, porque las mujeres que se acuestan con él saben lo que les está ofreciendo, y no les miente ni les promete nada.

    mmm creo que me he extendido un poco demasiado..
    ¿me perdonas verdad?
    por cierto.. Quiiiiiinnnnn... Juuuuliaaaa Quinnnn
    un beeesiiito

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