martes, 2 de mayo de 2017

Nunca digas siempre

Nunca digas siempre

Título: Nunca digas siempre
Título Original: The Problem with Forever
Saga: ---
Autor/a: Jennifer L. Armentrout
Género: Young Adult
Idiomas:  
LA HISTORIA DE UNA JOVEN VALIENTE QUE DECIDE REFUGIARSE EN EL SILENCIO. Y SIN EMBARGO TIENE MUCHO QUE EXPRESAR.

Mallory lleva cuatro años sin ver a Rider, su amigo y aliado de infancia, el chico que juró que siempre la protegería. Cuatro años tratando de olvidar la pesadilla que los unió. Cuatro años escondida tras un muro de silencio.
Pensaba que lo había perdido para siempre, pero ahí está él, Rider Stark, en su misma clase del instituto, y de repente Mallory tiene la sensación de que no ha pasado el tiempo. La antigua conexión, emocionante e intensa, los une al instante, pero la sombra del silencio y el dolor es muy larga… para los dos. Tal vez ha llegado el momento de que Mallory deje hablar a su corazón, si no quiere volver a perderlo.





Jennifer L. Armentrout es una autora que me encanta, tengo debilidad por ella. Da igual lo que escriba, da igual el género, no me importa. LO VOY A LEER.
Y con este libro la odio mucho, pero en el buen sentido. Porque me ha dado la sensación de que me conoce, porque este libro está lleno de las características que son mi debilidad en un libro de este género. Tiene todos los ingredientes por los que siento debilidad. Y como no podía ser de otra manera, he amado cada una de las páginas.


Antes de empezar con la reseña tengo que decir una cosa que no es muy agradable. Luis Tinoco, enserio ¿qué has hecho? ¿Qué te hemos hecho? Porque la portada original me parecía preciosa, estaba enamorada, y cuando he visto la portada que has hecho hijo mío… no sabía si ponerme a llorar. Decid que no me gusta es quedarse corto. 

Quiero ser ese chico digno de tu amor, y te juro que, si me aceptas, haré todo lo que esté en mi mano para llegar a serlo. Nunca dejaré de intentarlo. Nunca.


Mallory Dodge ha vivido con miedo desde que era muy pequeña, tuvo que estar en una casa de acogida en la que había abusos tras abusos. Pero allí conoció a su príncipe azul. Rider Stark. Él también había estado desde pequeño viviendo en casas de acogida, y justamente ambos coincidieron en la misma. Rider le prometió a Mallory que él la protegería, que nunca le pasaría nada.
Al final vinieron a rescatarlos, a sacarlos de esa horrible casa en la que estaban. Pero terminaron por separarlos.
Durante 4 años ninguno ha sabido nada del otro.
Mallory tuvo suerte, y terminó siendo adoptada por una familia que la cuida y la quiere, y sobre todo, que la trata como una hija. Pero Mallory tiene secuelas de todos esos años en los que estuvo en aquella casa junto con Rider. En aquella casa aprendió que siempre debía estar en silencio, que el ruido significaba gritos, golpes, lágrimas. Es por eso que aún en la actualidad Mallory se refugia en ese silencio, prácticamente no habla, no soporta los ruidos fuertes, las multitudes…

Pero está decidida a ser fuerte, seguir hacia adelante. Es por eso, que decide que el último año, antes de ir a la universidad, no estudiará en casa como ha estado haciendo hasta ahora, sino que irá a un instituto, uno de verdad. Así que con todo el terror que eso le causa se enfrenta a su primer día de clases. Lo que nunca imaginó es que ese primer día se reencontraría con Rider.

Las palabras no eran el enemigo ni el monstruo de debajo de la cama, pero ejercían un enorme poder sobre mí. Eran como el espectro de un ser querido que me atormentara constantemente.


Jennifer L. Armentrout ha creado una historia que sin duda se quedará en mi corazón por mucho tiempo. Los protagonistas han vivido una experiencia traumática mientras estaban en casas de acogida, y es que no todo el mundo tiene suerte y acaba con una familia y es feliz. Jennifer habla con gran delicadeza del tema, y como un niño a esa edad puede crearse un trauma. Y lo más importante, Mallory tiene el trauma de que le cuesta hablar, le aterra, y no lo supera así, por arte de magia, sino que lo hace con esfuerzo, trabajo, luchando, superándose día tras día, forzándose… Me encantó ese trabajo, ver la evolución del personaje.

Mallory Dodge, es una chica que sufrió mucho en aquella casa de acogida, se pasaba las horas de un día sí, otro también encerrada en un armario ocultándose de su familia de acogida. Vivía con miedo diario. Los únicos momentos de consuelo que conseguía era cuando estaba con Riler. Y sin duda le dolió cuando lo separaron de ella. Ahora tiene una nueva familia, y la tratan como una hija, ahora es feliz, pero no consigue sacarse de la cabeza a aquel chico que la ayudó y la protegió durante todos esos años, y gracias a psicólogos y a su propia fuerza de voluntad ahora está consiguiendo volver a hablar, pero todavía le queda un largo camino que recorrer.
Es una chica que aunque no lo parezca, a mí me ha transmitido fuerza, porque no todo el mundo es capaz de enfrentarse a todo eso que le aterra. Es una gran chica, que se preocupa mucho por las personas. Tiene un talento que no lo sabe ni ella misma de todo lo que es capaz de hacer.

Rider Stark, es un chico que sufrió también en aquella casa, no solo tenía que soportar el miedo que le producía aquella familia, sino que sentía tanto cariño por esa pequeña niña, su Ratona, que se comprometió protegerla costara lo que costara, incluso si eso significaba sufrir golpes y humillaciones. Siempre estaba cuidando de esa niña, no se quería alejar de ella, aunque tuviese que leerle 100 veces un cuento que le parecía estúpido para que se durmiera y dejara de temblar de miedo.
Ahora él también ha conseguido una nueva familia de acogida, pero no se siente parte de la familia, y lo que quiere es conseguir dinero para que ellos no tengan que seguir haciendo de cargo de él cuando cumpla los 18 años. Tiene un don, dibuja como un gran artista, pero él no ve ese potencial en él, no cree que eso le sirva para algo más que para pintar coches y paredes, ni mucho menos hacer una carrera de Bellas Artes.

No hagas ruido.
El señor Henry empezó a gritar.
No hagas ruido.
Sonaron pasos en el pasillo.
No hagas ruido.
Se oyó un golpe parecido a una bofetada. Algo cayó al suelo. La señorita Becky debía de sentirse mejor porque de pronto se puso a gritar. En el armario, sin embargo, el único sonido que importaba eran aquellos golpes, repetidos una y otra vez. Abrió la boca y gritó en silencio, con la cara pegada a la muñeca.
No hagas ruido.


Conforme iba leyendo la historia me daba la sensación de que JLA había hecho que solamente Mallory fuese la que estaba “rota” después de todo lo que habían pasado, la única que tenía estrés post-traumático. Incluso veía a Rider demasiado perfecto, a mí no me gustan nada los personajes perfectos. Pero cuando estamos llegando casi al final me di cuenta de que para nada había sido así. Rider también estaba “roto” y lo que ocurría en cambio es que él no veía su problema como le pasaba a Mallory, y como él no lo veía esa información nos la trasmitía al lector, pero cuando nos damos cuenta… madre mía, yo pensé que Rider estaba bien jodido y no sabía cómo iba a conseguir salir de ese pozo en el que estaba y que había estado oculto desde hace tantos años.

Me han encantado los personajes secundarios. Hay algunos que me han robado el corazón. Por ejemplo, Jayden que me encanta su sentido del humor, es que no podía dejar de sonreír. Yo quiero tener a una Ainsley en mi vida, me encanta su actitud, lo loca que está pero no loca en plan se va de fiesta y se emborracha hasta quedarse ciega, sino que es loca de divertida, graciosa, chistosa… Me cae muy bien, y sin duda es una gran amiga.

Sinceramente el libro es bastante gordo, cuando lo tuve en mis manos me quedé sorprendida por el grosor. Pero la verdad es que no quitaría ni una sola página, porque ese grosor ha hecho que podamos ver la evolución de los personajes, que no fuese todo deprisa y corriendo, ésta es una de esas historias en las que tienes que ver cómo pasa el tiempo, necesitas leerla con tranquilidad y ver como los personajes se van enfrentando a sus miedos poco a poco.
Creo que lo que no me gusta es que sea un libro autoconclusivo, me da rabia, porque el libro queda un poco con un final abierto dándote la oportunidad de que te imagines lo que pasará después, pero a mí me ha dejado con ganas de que JLA me lo diga, sobre todo esa intriga va con algunos personajes secundarios, así que espero y cruzo los dedos de que me haga un libro de poquitas páginas para que me dé tranquilidad.


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