Como muchos de vosotros ya sabéis, durante el Mes de Noviembre estuve participando en el reto NaNoWriMo el National Novel Writing Month, el reto que consiste en escribir 50.000 palabras de una novela durante el mes de Noviembre, es decir, durante 30 días. Sin duda un reto nada sencillo.
No es el primer año que participo, ya que lo hice el año pasado también. Pero es el primer año en el que me he podido poner enserio, y tomármelo como el reto que es. Así que he querido escribir esta entrada recogiendo un poco que se siente al hacerlo, y así animaros a que vosotros también participéis el año que viene. Porque sin duda merece la pena.
Pasito a pasito se consigue llegar a la cima
Ha sido un mes en el que tienes que infundirte energías para no abandonar, para seguir avanzando. Puedes tomarte el reto como tú quieras, no hay nada establecido. Puedes ponerte a escribir durante 5 días y en cada uno de ellos escribir 10k palabras. ¿Se puede hacer? Por supuesto. Pero vas a terminar horrible, incluso quizás hasta llegues a tener agujetas mentales. Tu creatividad se va a ir un poco por la borda. Este reto consiste en ir poquito a poquito, escribir todos los días. Es verdad que muchos de ellos no tendrás ganas, que estarás cansado, que solo quieres procastinar. Pero créeme, debes hacerlo. Quizás solo escribas 500 palabras. No pasa nada. También está bien. Son 500 palabras menos para llegar a tu objetivo. Son 500 palabras más en tu historia. Son 500 palabras que quizás te da el empuje para que al día siguiente sean 2.000. Además, sientes una satisfacción enorme cuando no te rindes, y a pesar de las adversidades, te has puesto.
Parece que vives obsesionado por los números, pero en realidad es un motivador
Con este reto siempre se dice que prima la cantidad a la calidad. Y puede parecer que tienes una obsesión por las palabras. Pero no lo he sentido así, creo que ha servido como motivador. Si vives obsesionado por los número te puedo asegurar desde este mismo momento que no va a salir nada bueno de ahí.
Para mí, el llevar ese contador me ha servido para "forzarme" a escribir todos los días. No hay descanso. Si no lo hacía llevaría mucho retraso. Veía que escribía en una tarde solo 1.000 palabras, y me frustraba, ¿cómo que solo 1.000 palabras? Así que me ponía a escribir más. El día que hice las 50k, iba a terminar ese día faltándome solo 1.300 para completar el reto. Y las iba a escribir al día siguiente. Pero mentalmente me dije, son solo 1.300 palabras. ¿Enserio no voy a poder? Y me puse a escribir, y no solo llegué a las 50k, sino que escribí muchas más.
Y eso lo demostré cuando decidí no dejar el reto aun llegando a las 50k, iba a seguir escribiendo hasta el último día del mes.
Lo importante es llegar a la meta
Como he dicho antes, se suele relacionar con que prima la cantidad, porque por unos instantes nos olvidamos de la calidad. No penséis que por escribir en el NaNoWriMo tienes que hacerlo mal, sino lo que ocurre es que no te puedes convertir en corrector o en editor. Durante este mes eres solo escritor. Tienes que olvidarte de revisar por centésima vez ese primer capítulo. Tienes que preocuparte por seguir avanzando en la historia.
Durante todo el proceso no sabéis las ganas que tenía de corregir cientos de cosas. Hay capítulos que me han llevado 3 páginas, y otros me han llevado como 30 páginas. Obviamente eso había que corregirlo. Detalles que decía en un principio pero con el paso del tiempo me daba cuenta de que eso se solucionaba de cierta forma, y yo quería ir un paso más allá. Tantas cosas que quería corregir... Pero no. He tenido que ser fuerte, callar a esa pequeña voz interna, y sacar papel y boli e ir escribiendo en él todo lo que se me iba ocurriendo para en un futuro corregirlo. Y la verdad es que se agradece un poco esta manera, porque os juro que si me hubiesen permitido corregir todavía no habría salido de la primera parte.
Las excusas son para los débiles
Realmente el reto me ha ayudado un montón para crearme una rutina diaria. Ni sé cuántas veces en mi día a día decía "ahora después lo hago" con cualquier tarea. Para mí no tener una rutina sólida ha sido el desmadre. Este mes he intentado crearme una rutina propia, intentando aprovechar al máximo el día. Y la verdad es que al principio no me iba muy bien, pero conforme pasaban los días he ido mejorando, y he visto que me ha ayudado mucho hacer este reto. Porque daba igual que estuviera viendo una serie, hay que pararla y ponerse a escribir. No vale el luego, no hay excusas. Cuando termines harás lo que quieras, pero ahora no. Y no solo lo he terminado trasladando con la escritura, sino con un montón de tareas.
Conociéndote como escritor, porque admitámoslo, estaba muy bien oculto
Siempre lo he dicho, considero que tengo un montón de buenas ideas, ideas que pueden desembocar a grandes historias. Pero no sentía que tuviera el poder de poner por escrito todo lo que había en mi cabeza. Pero durante este mes me he dado cuenta de que quizás no sea tan mala como yo creía, tengo un montón de fallos, cometo un montón de errores, tengo que aprender todavía mucho, pero he sentido que YO PUEDO.
He descubierto cuales son mis puntos fuertes, y sin duda alguna mis puntos débiles. Enserio, se me da horrible narrar en tercera persona, no puedo solo contar lo que veo, siempre termino escribiendo mi opinión, además de que tengo que aprender todos los matices que se le pueden dar a este narrador. Tampoco se me dan bien las descripciones para que la otra persona vea en su mente lo mismo que yo. Y sin duda creo que mi punto fuerte es el drama, os prometo que solo pretendía que 2 de mis personajes tuvieran un pasado tormentoso, pero al final me han salido 5. No ha sido mi culpa, lo prometo, mis dedos se movían solos.
Porque lo mejor de todo es no pasar por ello solos
Me ha encantado meterme día tras día en Twitter y ver lo que la gente comentaba sobre sus historias. Había momentos súper divertidos. Como había gente que lo pasaba mal con su reto, se encontraban bloqueados, y tú podías echarles una mano infundiéndoles esa fuerza. Ver la risa malévola que ponían muchos cuando mataban a algunos de sus personajes. Desearle el mal a las personas que iban 10k palabras delante de ti. Toda esa gente hacía que no me sintiera sola en el reto, que había muchas más personas como yo, luchando por escribir.
Y sobre todo me he sentido muy arropada por mis Librófilas, que han estado muy pendiente de mi progreso, esperando con ansias que se me escapara algo de la historia para alimentar su curiosidad, pedirse ya ser mis lectoras cero cuando la historia ni siquiera tiene un cuarto de vida. Me daban muchas más ganas de seguir adelante, y poder ofrecerles lo que tanto me estaban pidiendo, poder leer algo de mi historia. Me hacían sentir que realmente tengo una historia que contar, que puedo conseguir hacer lo que siempre he deseado, crear una historia que le guste a la gente tanto como muchos libros me enamoran a mí.
Me ha encantado participar en el NaNoWriMo. Ha habido ocasiones en las que lo odiaba, quería abandonar, quería asesinar a alguien... pero no me arrepiento de haberlo hecho. Y espero no abandonar el escribir ahora que ha terminado, porque todavía me queda mucha historia que contar. Y si está en mis posibilidades el año que viene volveré a participar.
Es una experiencia que sin duda recomiendo, si os gusta escribir, el crear historias, os recomiendo participar. Quizás penséis que es una chorrada, que no puede salir nada realmente bueno de este reto, pero hay pruebas de que muchos escritores crearon grandes historias durante el reto, ¿por qué no puedes ser tú una de ellos? Así que os recomiendo participar, aunque sea solo una vez para vivir esta experiencia.
Me alegro que lo hayas disfrutado y que lo hayas terminado. Este año lo has hecho de calle. Yo sigo pensando que para esto no sirvo.
ResponderEliminarSaludos