El Guardián de los Sueños

El Guardián de los Sueños

Título: El Guardián de los Sueños

Título Original: Dream Warrior

Saga: Cazadores Oscuros #17

Autor/a: Sherrilyn Kenyon

Género: Romántica Adulta Paranormal

Idiomas:  

El hijo de la guerra y el odio, Cratus, pasó la eternidad luchando para los dioses que le dieron la vida. Él era la muerte misma, y cualquiera que se interpusiera en su camino era aniquilado… hasta el día en que se opuso a Zeus y fue condenado al exilio. Pero ahora un antiguo enemigo ha sido liberado, y solo Cratus puede acabar con él.

Como Cazadora de sueños, Delphine ha dedicado su vida a proteger a los humanos de los depredadores que acechan nuestro inconsciente. Pero ahora su misión es otra muy diferente: tiene que convencer a Cratus de que luche en las filas del Olimpo. Pero seis mil años de castigo son difíciles de olvidar y Cratus ya ha tomado una decisión: luchará contra contra Zeus y consumará al fin su venganza.

El tiempo se agota. Si Dephine no consigue atraer a Cratus hacia su causa, la humanidad será exterminada y el mundo tal como lo conocemos dejará de existir.

Somos los Dolophoni. Feroces e inexorables. Siervos de las Furias.

Somos la mano derecha de la justicia.

Y nadie está por encima de nosotros.

Este libro puede ser inadecuado para menores de 18 años debido a su contenido sexual, violencia y/o adicciones. Si decides leerlo es bajo tu responsabilidad.

Vuelvo a adentrarme con otro libro de esta saga y estoy como en el límite entre me ha gustado y me ha resultado indiferente.

Cratos es el hijo del dios de la guerra y del odio. Sin duda no fue un entorno lleno de amor. Durante toda su vida había estado luchando por los dioses, sobre todo por Zeus. Si Zeus quería que alguien muriese, él lo ejecutaba, sin preguntas. Pero un día fue incapaz, y es que se le ordenó robarle un bebé a su madre y matarlo, pero no pudo, ¿qué podría haber hecho ese recién nacido? Nada. Así que desobedeció la orden, y le perdonó la vida. Aquello fue su final.

Por desobedecerlo, Zeus lo desterró, le quitó sus poderes, le echó una maldición y lo tiró sin absolutamente nada al mundo humano.

Durante todos estos años Cratos ha podido sobrevivir, pero está lleno de rencor y odio por todos los que no dieron la cara por él, ni lo ayudaron cuando fue desterrado.

Y ahora aparece Delphine, que le ofrece algo que lleva queriendo tantos años… que alguien se preocupe por él sinceramente, pero a cambio ella significa unirse a la persona que más odia, Zeus.

—¿Has soltado a ocho pirados en Nueva Orleans? ¿Es que te has vuelto loco? ¿Cómo vas a encontrarlos?

Ash se encogió de hombros, sin inmutarse.

—Para eso tengo a Jericó, a Jared y a Zarek.

Nick estuvo a punto de ahogarse.

—¿El gilipollas psicópata? ¿Has traído otra vez a ese tío?

—Don Gilipollas Psicópata para ti, niñato

Cratos, que ahora se hace llamar Jericó desde que está en el plano humano, es uno de esos personajes masculinos torturados que a mi me derriten. Es que me he enamorado completamente de él.

Ha pasado por mucho, está lleno de rabia, dolor, amargura, sufrimiento, rencor… Y para él lo peor no fue ser echado del Olimpo, sino que todas las personas que eran importantes para él, le dieron la espalda, lo abandonaron.

Y desde entonces ha estado viviendo una completa soledad. Es por esto que cuando conoce a Delphine, aparte de la gran atracción que siente, cuando le demuestra todo eso que él pedía, que a él le hacía falta, lo que él le habían quitado, no lo puede resistir y cae perdidamente enamorado de ella aunque no quiere en un primer momento.

Delphine, una Óneiroi que me ha gustado mucho. Cuando me la describían yo pensaba que la iba a odiar porque es de esos personajes que son tan buenos que da la sensación de que son tanto que son estúpidos. Pero la sorpresa ha sido que ella no es para nada así. Ella tiene total constancia de todo lo que pasa a su alrededor, no vive en un mundo multicolor. Sabe quiénes son los malos, y quienes no. Ha sufrido torturas luchando por sus ideas. Es fuerte, luchadora. Y siempre busca lo mejor de las personas.

Lo que me llama mucho la atención de este personaje es que se preocupa mucho por las personas que quiere, incluso está dispuesta a sufrir verdaderas torturas por protegerlos. Y quizás no sorprenda tanto, pero es que no podemos olvidar de que es una Óneiroi, y ellos son incapaz de sentir a menos que sea dentro de los sueños.

Me han encantado las personalidades de nuestros protagonistas, me encanta ver como la autora crea personajes que termino admirando e incluso enamorándome de ellos. Me gusta su fuerza, su determinación, su endereza, el cariño y dulzura.

Tengo que decir ese para mí ha sido uno de los puntos fuertes del libro. Otro ha sido la trama, me ha gustado, estaba perfectamente integrada a la historia, te transporta y te llena de intriga y estás deseando saber cómo se va a resolver todo. Además he vuelto a ver a mi querido Zarek con Astrid, y casi me pongo a gritar en plan fangirl.

Pero tengo que decir que hay cosas que no me han gustado. Creo que el libro tenía todos los ingredientes para que la balanza entre el romance de los protagonistas y la trama que gira alrededor estuviese equilibrada, y no ha sido así, se le ha dado más importancia a la trama. Y no le daría pegas a esto sino fuera porque he sentido que la parte romántica ha sido un poco floja. Todo entre ellos pasaba muy rápido, muy instantáneo. Me chocó mucho que un personaje como es el de Jericó, con esa personalidad terminara tan pronto enamorado de Delphine, me ha faltado más tiempo, ha sido demasiado rápido todo eso.

La historia de amor entre ellos queda relegada a un segundo plano, y aunque me han gustado, no me he emocionado tanto. Y me da pena, porque la autora había creado a unos personajes que podían dar mucho más juego en ese aspecto y haber sido una gran historia.

Aparte, aparecen tantos personajes, sobre todo que ya conocemos, y eso me gustó hasta… hasta que se juntaron el ciento y la madre, comenzaron a hablar, y ya no sabía de qué bando estaba cada uno (algunos son obvios pero con otros no lo tenía tan claro)