Hablando
de…
Busco... busco... pero no encuentro
¿Alguna
vez os ha pasado que habéis leído un libro y habéis descubierto vuestra alma
gemela?
Sí,
hablo de esos enamoramientos que sufrimos cuando leemos un libro y nos
encontramos con un protagonista súper sexy, cariñoso, atento, fiel, buena
persona… Vamos, nuestra alma gemela.
Decidida
y como una buena soltera, salí a la calle a buscar a chicos como a mí me gusta
llamarlos, chicos literarios.
Pero
nada, eh, después de horas y horas sentada en un banco en un paseo bastante
transitado solamente salí con piropos que solamente consiguieron dejarme con la
cara blanca.
Tus ojos son dos faroles que
iluminan mi camino, anoche los cerraste y me hice mierda contra un pino
Así
que me fui con una gran decepción.
¡¡Normal
que esté soltera!! Si es que los autores son demasiado crueles. Me hago
ilusiones con esa clase de chicos, chicos que tienen todo lo que me gusta, son
simpáticos, amables, atentos, decididos, graciosos… y luego sales a la calle y te
encuentras algo como esto:
Que
en cuanto lo ves, te giras automáticamente y vuelves a casa para meterte en la
mantita y continuar el libro.
Es
verdad que hay buenos hombres en la vida real, pero es que ninguno es tan
perfecto como los de los libros.
Hagamos
una prueba, si cogemos 10 libros, probablemente nos enamoremos 6 veces,
mientras que si vamos a la calle y vemos pasar a 10 chicos nos enamoraremos con
suerte 1 vez.
Nos gusta sufrir
Enserio,
hay momentos en los que pienso que soy kamikaze.
Cuando
leo la sinopsis de un libro y veo que en la historia el protagonista masculino
es algo así como un chico malo… sin duda se convierte en un posible candidato
para convertirse en lectura pendiente.
Chicos
malos en los que hay momentos en los que querrías encontrártelos en un callejón
oscuro y ser vosotras los que lo empujéis a una pared para besarlo y dejarlos
sin aire, y en otros momentos querrías golpearlo tan fuerte que lo
desfigurarías para toda la vida.
—Eres consciente de que este
pueblo solo tiene un semáforo ¿no? —Ambas cejas se arquearon hasta donde su
cabello caía, como si él preguntara cómo podía ser tan tonta, y fue entonces
cuando noté lo que vi en esos ojos brillantes. Él estaba riéndose de mí con una
buena dosis de condescendencia.
Por un momento, todo lo que
pude hacer fue mirarlo. Era probablemente el chico más sexy que he visto en
toda mi vida, y era un patán total. Debí imaginarlo.
Daemon del libro Obsidian de
Jennifer L. Armentrout
Enserio…
¿por qué sentimos debilidad por estos chicos cuando lo que sentimos la primera
vez que los vemos es que no son buenos? ¿Por qué siento tanta debilidad por
éstos chicos cuando en la vida real ni me acercaría a tres metros de ellos?
Éstas y más preguntas en
Cuarto Milenio.
Lo admito,
no soy una chica que se enamore fácilmente pero a la hora de leer… las cosas
cambian radicalmente, he sufrido más enamoramientos literarios que años tengo
de vida.
¿Y
vosotros?
a ti es que te gustan los maromos chungos..
ResponderEliminarinfieles, con un toque de agresividad, medio posesivos...
y claro, esos solo molan en los libros, proque en la vida real. MUY LEJOS
ahora que, no sé tú, pero todos los tios de Granada no son canis, no me jodas
que yo cada año que voy me encuentro cada tio bueno grrr en plan guay, que teeeela
hay que buscar mejor Nikki..
un beesito
Hola Nikki tal vez como te dice Neus necesitas buscar mejor, :-) lo bueno de enamorarte literariamente es que te trae menos complicaciones y problemas.
ResponderEliminarPues a mi los malotes me tiran para atras, en los libros incluso jjejeje Aunque bueno, a veces los canallas de las novelas romanticas de epoca me ponen, pero es que se dejan seducir muy facilmente y encima te montan un palacio xD
ResponderEliminarSi es que los libros nos ponen las expectaticas demasiado altas y luego pasa lo que pasa. Ay Daemon <3
ResponderEliminarSaludos