Acabo de descubrir rondando por Internet que alguien ha conseguido un adelanto de El Libro de Miya, una hoja del libro que se estrenará en menos de un mes (estoy ansiosa) y no he dudado ni dos segundo en compartirlo con vosotros. Al leerlo me ha dado una taquicardia, una gran necesidad de tenerlo entre mis manos ya, porque ahora sé que me va a gustar como mínimo igual que los otros y eso ya es mucho porque estoy enganchada. Bueno ¿y por qué me enrollo hablando? es mejor que os lo ponga ya y juzguéis por vosotros mismos.
― ¡No te acerques!― gritó. Se pasó la mano por la boca y se limpió
las comisuras llenas de sangre de valkyria ―. No te acerques.
Róta frunció el ceño y se apoyó de nuevo en la pared.
― ¿Por qué no? ―preguntó con voz temblorosa ―.Te ha gustado.
No lo puedes negar. Ella... Ella no lo puede negar ―señaló el paquete de
Miya que parecía una tienda de campaña.
― No quiero hacerlo de nuevo. ―Sentía pavor por aquel sentimiento
de necesidad febril por tomar de nuevo su esencia.
Róta se mordió el labio y negó con la cabeza.
― No voy a dejarte marchar ― le aseguró ella metiéndose con
delicadeza el pecho de nuevo en el vestido negro ―. Te he esperado demasiado
tiempo, cretino. No me puedes hacer esto.
― No deberías esperarme, no entiendo lo que me dices. Yo nunca he
ido en tu busca. Solo me llamas la atención, eso es todo.
Y solo el brillo acerado de los ojos de la chica le dio a entender que
podía haberla ofendido.
― Sabes tan bien como yo que estás mintiendo. Tú eres mi einherjar,
mi guerrero. Mío. No sé por qué nunca subiste al Valhall pero te
encomendaste a mí. Llevo una eternidad esperándote ― le dijo con suavidad,
reflejando una repentina vulnerabilidad que cautivó al samurái,
aunque este no lo demostró.
Miya se incorporó y recuperó la compostura de serenidad y seguridad
que siempre irradiaba. Se colocó el cuello de la chaqueta de piel hacia
arriba y recolocó los mechones de pelo que se le habían soltado del moño
en su lugar.
― Valkyria, no me gustas. Solo ha sido un impulso ― Y tuvo el valor
de mirarla directamente a los ojos ―. Aléjate de mí.
Un rayo se concentró en la palma de la mano de Róta. Esta lo lanzó
contra Miya y le dio en toda la entrepierna. Miya cayó al suelo de rodillas
presionándose la polla con las manos. Si, según él, no tenían kompromiss y
no la aceptaba, entonces, ella bien podría descargar su furie y hacerle el
daño suficiente como para dejarle sin respiración.
― Pero, ¡¿qué os pasa a los hombres?! ― gritó Róta hecha una furia ―.
¿Se os han olvidado los modales? ¿Estáis ciegos? ¿Acabas de comerme una
teta y me dices que no te gusto?
jajaja hombres todos son iguales (mentira hay algunos peores que otros) aiss este miya se las trae .Rota hazlo pagar!! me encanta la saga de lena! estoy esperando por este libro con ansias, aunque me hubiese encantado que fuera de Cahal y Mizar ese odio-amor que habra en etre esos dos sacara chispassss!!!! gracias por postearloo!!
ResponderEliminar